sábado, 5 de febrero de 2011

La peor sequía en 50 años amenaza la economía china

China sufre la peor sequía de los últimos 50 años. El norte, el centro y el este del país viven una situación dramática: los cultivos están amenazados y con ellos la economía de millones de campesinos para este año.

Eso sin contar las 250.000 personas que se han quedado ya sin acceso a agua potable y que dependen del abastecimiento de camiones de bomberos. La cifra, según el gobierno, podría ascender en breve a las 300.000.

Según estimaciones oficiales, hasta 2,2 millones de personas podrían padecer en las próximas semanas cortes de agua corriente, empezando por las grandes ciudades. Todo debido a un descenso de las lluvias de entre un 20% y un 90% este año respecto del mismo período de 2010. Lo peor es que las previsiones tampoco apuntan precipitaciones en las próximas semanas. De hecho, la Administración de Meteorología China espera que las condiciones "empeoren en los próximos dos meses" y que sólo empiecen a caer las primeras gotas al inicio de la primavera.

Hasta un 17% de las cosechas de trigo han sido afectadas por la falta de agua.

Especialmente grave es la situación en la provincia de Shandong: 2 millones de hectáreas, o lo que es lo mismo, el 56% de su producción, están a punto de perderse. Ciudades como Jining o Heze, en el sur, están sufriendo la sequía más severa de los últimos 200 años. La capital, Beijing, lleva más de tres meses sin ver una sola gota de agua. "No es normal que no llueva en invierno. Crecí aquí, y siempre he visto caer agua", explica Li Xiao, una joven pequinesa. No anda mal encaminada: las autoridades aseguran que hacía 22 años que Beijing no llegaba a estas alturas del invierno sin ver caer un solo copo de nieve. 97 días van ya sin precipitaciones, la segunda marca en la historia de la capital desde que hay registros.

Se mire por donde se mire, todo son récords y situaciones excepcionales en el gigante asiático. Tal es así que el gobierno está considerando desviar agua del Río Amarillo hacia el norte del país. La fórmula: trazar un canal de 500 kilómetros de longitud que transferiría hacia el norte unos 300 millones de metros cúbicos. Incluso así, Beijing seguiría necesitando 190 millones de metros cúbicos más al año para saciar sus necesidades, cada vez más exigentes por la explosión demográfica provocada por la inmigración rural.

"El actual modelo de desarrollo no es en absoluto sostenible, y no podremos capear esta crisis si no controlamos el aumento de la población y detenemos la expansión de las ciudades", advirtió Wang Jian, experto en recursos hídricos, al Diario del Pueblo, vocero del Partido Comunista.

Años bombeando agua sin descanso, incluyendo reservas estratégicas en el subsuelo, han disminuido el caudal de agua en la capital hasta 1,2 metros por año desde 1999, apuntó Cheng Jing, director de la autoridad local. A eso se suman retrasos en proyectos sobre el río Han, afluente del Yangtsé.

El mismo primer ministro, Wen Jiabao, advirtió del potencial desastre de esta sequía. No es sólo que cientos de millones de chinos dependan de las cosechas para subsistir, t ambién es crucial una buena producción para mantener la carne, el grano y los vegetales a un precio asequible para la gran mayoría de la población, especialmente la clase baja.

De hecho, la sequía es en parte responsable de la fuerte inflación que sufre el país , que en el último trimestre se situó en un 4,6%. Los alimentos experimentaron una suba incluso mayor en 2010, un 7,2%, y los analistas esperan que alcancen hasta un 15% en la primera mitad de este año, lo que supondría un grave problema para la estabilidad de la segunda economía del planeta.

El año nuevo chino traerá más subidas de tipos y la revalorización del yuán

El próximo 3 de febrero comienza el Año Nuevo chino, dedicado a la figura del conejo, con el nuevo ejercicio, los mercados esperan que el Banco Central Chino, suba los tipos de interés con un doble objetivo: por un lado contener la inflación y, al mismo tiempo, frenar la burbuja inmobiliaria. Este cambio en la política económica permitirá revalorizar el yuán frente al euro y al dólar, algo que venían pidiendo desde hace meses otras potencias económicas.

Hace un par de semanas nos despertados con la noticia de que China había desbancado a Japón como segunda potencia económica. Su economía creció un 10,3% en 2010, mientras que la inflación remontó hasta el 3,3%. Las dos cifras superan las estimaciones del Gobierno, fijadas en un 9,2% y un 3% respectivamente.

Si se quiere seguir en esta segunda plaza deberán vigilar el sobrecalentamiento. Las autoridades chinas, conscientes de problema, comenzaron a subir a subir tipos en el último trimestre de 2010. La primera fue en octubre y la segunda el día de Navidad, lo que colocó el precio del dinero en el 5,81%.

Por sobrecalentamiento o recalentamiento económico entendemos cuando la capacidad productiva no puede seguir el ritmo de demanda. Hay que recordar que la economía china se basa no sólo en las exportaciones, favorecidas por una divisa barata, sino también basada en una elevada demanda interna. No hay que olvidar que la población del país asiático supera los 1.300 millones (datos de 2006).

Con el comienzo del Año Nuevo chino, el mercado espera que se produzcan nuevas subidas en los tipos de interés. José Luis Martínez, estratega de Citi, cree que podría ser de 100 puntos básicos en total y se iniciaría a partir de marzo.

En este sentido, está aumentando la tensión. "El shibor a 7 días ha escalado hasta niveles de 7,7%, frente al 2.77% del 18 de enero; el plazo a 1 mes en niveles de 8,13% desde 4.47 %; el plazo a un año subió al 3,86% desde el 3,72% de una semana antes".

De esta manera, todo apunta a que el Gobierno de Pekín no le importaría ralentizar el crecimiento para el próximo año con el objetivo de controlar la inflación. Esta medida provocaría una revalorización de la moneda china, el yuán, que ya fue solicitado por Estados Unidos y Europa en lo que se llamó la 'guerra de divisas'.

¿Qué pasa si se revaloriza el yuán?

Para estas dos regiones, China mantenía artificialmente infravalorado su moneda, lo que favorecía sueldos y precios más bajos y, por ende las exportaciones. En este sentido, dentro de la Unión Europea, Alemania era de los países más perjudicados. Además, la escalada de precios de las materias primas es un punto más que apoya el cambio en la política monetaria del país.

En este sentido, los analistas de Morgan Stanley prevén que el yuán se revalorice entre un 2% y un 3% frente al dólar este año gracias a la subida de tipos y a la política de cambio más flexible.

Por su parte, según el análisis mensual de divisas que realiza Saxo Bank, comentan que que China está lidiando con niveles de inflación problemáticos derivados de su burbuja inmobiliaria y con entradas de dinero caliente agravadas por su indeseable vinculación al dólar estadounidense y los efectos de una política monetaria de la Reserva excesivamente laxa.

A lo que hay que añadir, según Saxo Bank, que "la demanda externa no crece al ritmo necesario como para permitir fuertes subidas de precios y los consumidores nacionales corren el riesgo de quedarse exprimidos por las subidas de los precios de las materias primas y un coste alto del alquiler como consecuencia de la burbuja inmobiliaria".

Esta reducción del margen de empresas y consumidores conllevará unos índices de crecimiento cada vez más bajos con cada subida de la inflación de costes y cada vuelta de tuerca del crédito.

En este sentido, los analistas del banco danés se preguntan si  ¿Se moverá China en 2011 con mayor decisión para evitar el riesgo de inflación mediante la ralentización de los mercados de crédito, del crecimiento económico y de la sobreinversión en proyectos inmobiliarios?

En este sentido, los problemas a los que se enfrentan China y otros países emergentes como Corea y Brasil son las grandes entradas de capital.

Oriente Próximo lanza reto a la economía mundial

Las compañías turísticas y de transporte de Europa Occidental, Rusia, China, Japón sufren pérdidas colosales por la fiebre revolucionaria en Túnez y Egipto. Cada vez es más probable que en esos países árabes se produzca un colapso financiero y se agraven los riesgos de la seguridad alimentaria y energética.

El turismo internacional es el que ha sufrido en mayor grado. Los touroperadores rusos en varios días han perdido más de 100 millones de dólares por los sucesos en Egipto. Las agencias eurooccidentales simplemente se arruinan devolviendo el dinero a los turistas por los tours ya pagados. Egipto, que obtiene el 10% de los ingresos del turismo, de acuerdo con las estimaciones más moderadas, en el curso de una semana perdió más de 12.000 millones de dólares. Esta cuantía es equiparable a los ingresos que reporta la explotación del Canal de Suez en tres años. El experto de la Universidad Estatal de Moscú, Alexander Vavílov, opina:

Incluso antes de estos hechos la economía de Egipto no era ejemplar ni equilibrada. Y tras el inicio de las revueltas populares los rankings de Egipto cayeron considerablemente. Para la economía contemporánea un estancamiento de 1 ó 2 días ya acarrea consecuencias bastante serias. De ahí que el mundo esté preocupado. Egipto es el corazón del mundo árabe y el principal país de la región.

Entretando, la Bolsa de Valores de El Cairo permanece cerrada con sus multimillonarias transacciones diarias. Se siente una aguda carencia de dinero en efectivo y los bancos más grandes no funcionan. Esto incide sin falta en el sistema financiero del mundo árabe. Además, en Egipto se percibe una escasez de productos alimenticios y no sólo por el colapso del transporte. Por eso no se excluye que próximamente el mercado internacional de cereales reaccione a los sucesos en Egipto con una brusca subida de los precios.

Tras el posible cierre del Canal de Suez el pánico se apoderó de las bolsas mundiales de petróleo. El canal cubre cerca del 10% del transporte de mercancías y es la principal vía marítima entre Asia y Europa. Como resultado, el precio mundial del petróleo se disparó a más de 100 dólares por barril, alcanzado el nivel de octubre de 2008.

Las fuertes fluctuaciones de los precios del crudo ya echaron sombra sobre las economías de los países emergentes, que fueron los primeros en restablecerse de la crisis económica. Por si fuera poco, es probable que la fiebre revolucionaria en Egipto y Túnez se propague a Yemen, Jordania, y entonces los países inversores pueden retirar de allí sus capitales y llevarlos a otros más tranquilos.

Es evidente que la economía mundial reaccionará sensiblemente a los cataclismos políticos en el norte de África y en el Oriente Próximo. El peligro de un colapso financiero puede crecer si esas revoluciones se convierten en la "revolución de los molás o sacerdotes musulmanes", igual que en Irán. Y esto puede ser el reto más grande tanto para la situación política como económica de toda la región.

En el epicentro de Davos

Cuatro de las sesiones de la agenda del programa del World Economic Forum 2011, celebrado en Davos, la semana pasada, estuvieron dedicadas al gigante asiático.

No es la primera vez que China ocupa un lugar relevante en tan importante foro, pero el tono y la orientación de su presencia han variado cualitativamente. Hasta el año pasado, la audiencia se interrogaba hacia adónde apuntaba el voraz desarrollo de la nación amarilla. Ahora, con China convertida en la segunda potencia económica mundial, lo que se miden son los impactos en la escena global de cualquier movimiento económico, social o político que se orqueste desde Beijing.

Las conferencias que abordaron los temas chinos: "Perspectivas sobre China", "El futuro de la empresa china", "El impacto de China en el comercio y el crecimiento mundial", y "Las nuevas realidades de la moderna China", recibieron solicitudes de asistencia por más del doble de la capacidad de la sala. La mayor parte de los privilegiados y acaudalados asistentes a Davos se tuvieron que contentar con ver los contenidos de las propuestas a través de su página web.

El Foro este año fue prospectivo. Quedaron atrás los análisis del impacto de la crisis financiera mundial, de manera tal que los 20 jefes de Estado, 2.000 líderes empresariales y ocho jefes de bancos, concentraron sus esfuerzos en sopesar los canales y opciones existentes para la recuperación económica, de cara a los obstáculos que pudieran ser protagónicos en el escenario del año 2011.

En el análisis de los entendidos en futurología, China resulta ser un componente importante y decisorio para el mundo entero, dentro de los grandes desafíos del año que despunta.

Los problemas fundamentales identificados en el Foro como los más protuberantes escollos para el re-despegue de los países y de la economía planetaria, son los que tienen que ver con la capacidad de Europa de honrar su deuda soberana, la inminente guerra de divisas, los problemas en el sistema financiero mundial, además de la escalada en marcha en el precio de los productos básicos. Del análisis pareciera concluirse que la economía mundial debería poder resistir los embates de todas las plagas anteriores... siempre y cuando China sea igualmente capaz de alejar el fantasma de la burbuja de activos que amenaza su propia economía doméstica y se encuentre en posición de temperar el malestar que crece dentro de sus entrañas por la inequidad social, que aún es superlativa.

La inversión privada será la que venga en rescate de la humanidad, estando los gobiernos ocupados como están en restañar las heridas del tsunami económico de 2008. Este es uno de los corolarios de Davos. Los representantes de los sectores privados empresariales argumentaron allí que el foco de la nueva inversión en el mundo se centrará en las economías emergentes, solo porque las perspectivas de desempeño de los países desarrollados son todavía muy inciertas. Y, entre ellos, China tiene todos los chances de llevarse la palma.

Todo parece indicar que si el siglo XXI es el de Asia, esta segunda década estará signada por la pujanza y el dinamismo chino, muy por encima del resto del vecindario. Para este 2011, los mercados emergentes representarán las tres cuartas partes del crecimiento mundial, pero China, ella sola, aportará, al menos, una tercera parte del mismo. China dejó de ser un país emergente.

China debe estar alerta a burbujas inmobiliarias, dice Banco Mundial

China debe ser cautelosa ante el riesgo de que surja una burbuja en el sector inmobiliario, aunque la condición general de la economía del país es buena, dijo el economista jefe y primer vicepresidente del Banco Mundial, Justin Yifu Lin.

Lin aseguró dijo en un simposio realizado el martes en la prestigiosa Universidad de Beijing que tiene confianza en la economía china, debido a su sano desempeño fiscal, sus abundantes reservas de divisas y su potencial de crecimiento.

China debe estudiar cuidadosamente los casos de Japón e Irlanda, donde el derrumbe de burbujas de bienes inmuebles tras años de crecimiento económico ocasionaron crisis financiera y estancamiento económico, recomendó el experto.

Una brecha cada vez más ancha en los ingresos ha acompañado el rápido crecimiento de la economía china debido al entusiasmo de los inversionistas, los bajos niveles de consumo y el superávit comercial, explicó.

Lin vaticinó que el crecimiento económico de China se mantendrá en el orden del 8 por ciento anual a lo largo de los próximos 20 años.

La recuperación ha sido inestable debido al desempleo y la baja capacidad de utilización en los países desarrollados, dijo el economista, y añadió que los estímulos fiscales son más eficaces para resolver estos problemas que las medidas monetarias.

Lin llamó a los países desarrollados a poner en marcha un nuevo Plan Marshall para apoyar la reconstrucción de la economía mundial.(Xinhua)

Davos: Empresarios dudan si China es amenaza o salvación

Lo más granado del empresariado industrial occidental es incapaz de decidir si China es su salvación o una amenaza, según un artículo publicado por la experta Angela Charlton en el portal Terra.

Casi todos los oradores que intervinieron esta semana en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, expresaron su opinión sobre la potencia asiática y la segunda economía mundial. Algunos pidieron un mayor acceso a los mercados chinos y otros suplicaron -cuando no conminaron- a Beijing que encarezca su divisa, además de permitir mayores libertades cívicas.

Empero, los participantes chinos mantuvieron que el problema reside en la incomprensión que el resto del mundo tiene de su país.

"Las alternativas no deberían ser un conflicto o un enfrentamiento", dijo el sábado el canciller australiano Kevin Rudd en el foro que concluye en este centro de recreación alpino. Agregó que occidente necesita ser "franco sin ser un adversario" con China ante la nueva década.

Li Daokui, director del Centro de China en la Economía Mundial, dijo que Occidente necesita tener una imagen más realista de su país y los enormes desafíos que encara. No se trata solamente de una nación de rascacielos en Shanghai, sino de centenares de millones de personas con escaso acceso al agua potable, masas de pobreza rural y enormes problemas de contaminación ambiental, dijo Li.

PACIENCIA. Pidió además más paciencia global con la política de China de mantener artificialmente bajo el valor de su divisa.

"Creo que nuestra política de cambio monetario es la acertada", insistió. "Esperemos 5 ó 10 años" antes de ver si la estrategia es la adecuada", agregó. "Los líderes chinos miran a largo plazo".

El presidente de la Universidad de Harvard, Lawrence Summers, hasta hace un mes el máximo asesor económico del presidente Barack Obama, no quedó convencido.

La opinión que la comunidad empresarial estadounidense tiene de China "se ha deteriorado muy sustancialmente", y el país es considerado cada vez más "una gran amenaza económica", agregó.

Summers mencionó entre los principales problemas con China los derechos de propiedad intelectual -Obama presionó a China para que combata el robo de la tecnología estadounidense- y la preponderancia que va tomando China en materia de seguridad en el este de Asia.

"Gracias a Dios por el crecimiento de China. Gracias a Dios que China estimuló su economía durante la crisis financiera global", dijo Rudd.

China, bajo la espada de Damocles

Hoy China constituye el principal motor del crecimiento económico mundial. Pero existe un riesgo, por aceleración de la inflación o por implosión de la burbuja inmobiliaria. Federico Feriarse.

Desde la filosofía china del Shing y el Shang hasta la mitología griega con la Espada de Damocles, moralejas del tipo "todo lo bueno esconde algo malo" resultan moneda corriente. Muchísimo tiempo después y llevado a la coyuntura económica internacional, nada mejor para ilustrar la situación actual del gigante asiático.

Con una tasa de crecimiento promedio del 10 por ciento anual desde 1980, año en el estaba en el puesto 11 del ranking de los tamaños de las economías, pasó a ocupar el segundo lugar en la economía mundial después de Estados Unidos en términos de tamaño, dejando atrás a países como Japón, Alemania e Inglaterra. En 2009 fue el principal productor de autos, superando incluso a Estados Unidos y también el mayor exportador global. Hoy China constituye el principal motor del crecimiento económico mundial. Si en 2001 su contribución al crecimiento mundial era de 0,7 puntos porcentuales, en 2010 habría ascendido a 1,7 puntos.

Pero su papel protagónico no termina en la esfera de la economía real: con un nivel de reservas que supera los 2,6 billones de dólares y un superávit externo de 185.000 millones, China se ha convertido en el acreedor más grande del planeta. Sólo Estados Unidos le debe 800.000 millones. Sin embargo, la dinámica de fuerte crecimiento chino también viene de la mano de riesgos potenciales, no sólo para el gigante asiático sino también para la recuperación económica del mundo.

La aceleración de la inflación (hoy en 4,6 por ciento anual) impulsada por los precios de los alimentos (9,5 por ciento anual) en una coyuntura de economía sobrecalentada, es un condimento esencial de descontento social e inestabilidad política. Aún en una economía donde la existencia de instituciones rígidas y un ejército de reserva que tiende a infinito (más de 600 millones de chinos que viven afuera de las ciudades) contiene desde el vamos la puja salarial. Al mismo tiempo, la fuerte expansión del crédito bancario destinado a la construcción residencial no deja de tener un tinte de burbuja de hipotecas subprime en Estados Unidos. En este contexto, el riesgo de un aterrizaje forzoso de la economía china ya sea por aceleración de la inflación o por implosión de la burbuja inmobiliaria implica una incertidumbre para los mercados financieros globales. Evidentemente, la velocidad de ajuste de la economía china hacia un crecimiento más balanceado, dependerá sensiblemente del timing y la agresividad de las medidas de política, sin descartar escenarios de ruido sistémico en los mercados.

El FMI está dispuesto a ayudar a Egipto a reconstruir su economía

SINGAPUR — El Fondo Monetario Internacional (FMI) está dispuesto a ayudar a Egipto y otro países en la misma situación a reconstruir su economía, indicó este martes su director general Dominique Strauss-Kahn.

Strauss-Kahn volvió a lanzar una advertencia contra el agravamiento de los desequilibrios mundiales y afirmó que el alza de los precios alimentarios podría tener "consecuencias potencialmente devastadoras" para los países más pobres.

En sus declaraciones en Singapur, Strauss-Kahn dijo que no quería comentar la situación política en Egipto, donde el presidente egipcio, Hosni Mubarak, enfrentaba masivas movilizaciones populares reclamando su partida.

"Pero claramente la situación en Egipto es la clase de situación que podría haberse esperado no sólo en Egipto, cuando uno ve el problema creado por el alto nivel de desempleo", afirmó el director general del FMI en una conferencia de prensa tras un discurso ante la Autoridad Monetaria de Singapur.

"Ahora la cuestión es cómo reconstruir esto. No es solo cierto para Egipto, puede también ser verdadero para países donde no existe el mismo tipo de revuelta pero que están casi en la misma situación", explicó.

"Y, por supuesto, el FMI está dispuesto a ayudar definiendo el tipo de política que podría aplicarse", continuó.

En su discurso, Strauss-Kahn aseguró que el alto desempleo y las desigualdades en los ingresos eran "fuertes componentes de la agitación política en Túnez y la creciente tensión social en otros países".

Gigantescas manifestaciones populares en Túnez terminaron el mes pasado con el régimen de 23 años de Zine El Abidine Ben Ali, mientras que un movimiento similar en Egipto busca poner fin a tres décadas de poder de Mubarak.

"A medida que se incrementan las tensiones entre países, podemos ver el alza del proteccionismo, comercial y financiero", dijo Strauss-Kahn.

"Y a medida que se incrementan las tensiones en los países, podemos ver alzamientos sociales e inestabilidad política", agregó.

Por otra parte, Strauss-Kahn instó nuevamente a China a ajustar la tasa cambiaria del yuan por su propio interés, pero señaló que estaba en desacuerdo con las críticas en Estados Unidos y otros países del mundo que quieren una rápida apreciación de la moneda china.

Strauss-Kahn dijo además que el gobierno norteamericano no debería tener problemas para financiar su inmensa deuda pública, y matizó los temores sobre la economía de Japón luego de que Standard & Poor's recortase la semana pasada la nota de su deuda soberana.

En cuanto a la economía mundial, Strauss-Kahn sí lanzó una advertencia, explicando que "ésta no era la reactivación que queríamos".

"Ésta es una reactivación basada en tensiones, que incluso pueden sembrar las semillas de la próxima crisis", lanzó.

Strauss-Kahn explicó que el ritmo de la reactivación entre las economías desarrolladas y emergentes está desequilibrado y reedita la situación justo antes de la crisis económica mundial de 2008.

"Mientras el crecimiento se mantiene por debajo de su potencial en las economías desarrolladas, los países emergentes y en vías de desarrollo están creciendo mucho más rápido, y pronto podrían ver un recalentamiento" de sus economías, agregó.

Los bancos chinos están al acecho de compras en Europa

Las instituciones financieras chinas están entrando a Europa, abriendo sucursales bancarias, buscando oportunidades de compra e incluso asistiendo a clases sobre el funcionamiento del sistema bancario alemán; otra señal de la creciente influencia de China en la economía mundial.

China Development Bank, gigante bancario estatal, es uno de los cuatro candidatos finalistas a hacerse con una participación en el alicaído banco alemán WestLB AG, según fuentes cercanas a la situación.

Otro gigante bancario, Industrial & Commercial Bank of China Ltd., abrirá este mes sucursales en París, Bruselas, Ámsterdam, Milán y Madrid. Recientemente, acordó comprar una participación de hasta 80% en un banco estadounidense.

Bancos y funcionarios creen que esto podría ser la punta del iceberg. Los bancos y fondos de inversión chinos están al acecho de acuerdos bancarios en varios países europeos, entre ellos Alemania y España.

Con reservas en divisas extranjeras que alcanzan los US$2,85 billones (millones de millones), China busca diversificar sus activos. En los últimos años, sus compañías han estado en un frenesí de inversión en todo el mundo, adquiriendo de todo, desde inmuebles hasta mineras o marcas de alto perfil, como Volvo.

Esta carrera cuenta con el apoyo del gobierno, que controla muchas de estas compañías y quiere que jueguen un mayor papel internacional, en consonancia con el peso cada vez mayor de China y las necesidades de su enorme economía.

Un área en el que China ha echado el freno son las inversiones en bancos occidentales. Las entidades chinas hicieron un primer amago de expandirse fuera del país en 2007, pero los acuerdos fracasaron. Entre ellos, el fondo soberano de inversión China Investment Corp. compró participaciones en Morgan Stanley y

Blackstone Group LP por valor de miles de millones de dólares, mientras que China Development Bank acordó invertir miles de millones en el banco británico Barclays PLC.

Los bancos vieron cómo estas participaciones se desplomaron con el estallido de la crisis financiera. En 2008, Beijing decidió no dar su visto bueno a una oferta de China Development Bank para adquirir al alemán Dresdner Bank.

El interés de China Development Bank por WestLB es la señal más reciente de que el gobierno ya no es tan reacio como antes. Coincide con el acuerdo que ICBC alcanzó este mes y por el que comprará un 80% de la filial estadounidense de Bank of East Asia Ltd. por US$140 millones. Se trata de la primera vez que una institución financiera china compra un banco minorista en EE.UU.

Los bancos chinos están deseosos de expandir su presencia en todo el mundo, en parte debido a la reciente proliferación de compañías chinas con ambiciones internacionales. A medida que esas compañías abren sedes en Europa, EE.UU y África, los bancos chinos buscan seguirlas para satisfacer sus necesidades bancarias y ayudar a financiar su crecimiento.

En Europa, hay muchas oportunidades para aquellos inversionistas que estén dispuestos a rebuscar entre las ruinas del sector bancario. Algunos gobiernos europeos buscan activamente ofertas de compañías extranjeras.

Los bancos chinos podrían estar en una posición aventajada porque no hay muchos bancos europeos dispuestos a aprovechar la oportunidad. Generalmente están más ocupados intentando sanear sus finanzas y conservar su capital, o buscando formas de expandirse a mercados con mayor crecimiento.

Hasta hace poco, los gobiernos europeos eran reacios a las inversiones de compañías estatales chinas. Alemania incluso aprobó una ley en 2009 que permite al gobierno bloquear las compras de compañías locales en caso de que se sospeche que pueda haber interferencias políticas en la economía por parte de gobiernos extranjeros.

Pero China ha trabajado duro para superar las dudas de Europa. Los líderes chinos se han ganado la admiración de las autoridades europeas por sus promesas de apoyo e inversión en países de la zona euro en apuros, como Grecia, Portugal y España. Sin embargo, la ayuda de China para la zona euro, por ejemplo mediante compras de bonos estatales, está tardando en materializarse.

Crisis alimentaria, en puerta: CNC


México, 2 de febrero.- La Confederación Nacional Campesina (CNC) advirtió que en México la crisis alimentaria está en puerta y consideró que nuestro país no está preparado para ello, pues hay falta de inventarios internacionales de granos que afecta al mercado nacional.
Gerardo Sánchez, presidente de ese organismo, señaló que debido a que México no tiene la capacidad de producir sus alimentos y a que es gran importador de granos y otros insumos agropecuarios, está "en la entrada" de una crisis alimentaria.
En entrevista, comentó que el país ni siquiera cumple con las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para satisfacer su demanda de granos y alimentos, lo cual lo coloca en un escenario vulnerable ante su déficit productivo.
El también diputado priista apuntó que países como Estados Unidos, China, India o Rusia están cerrando sus fronteras para blindar su economía, ante la escalada de precios en el mundo; sin embargo, acusó que en México no existe una política que proteja tanto al productor como al consumidor.
Ante ese escenario, "nosotros estamos privilegiando a los productores de autoconsumo para incorporarlos al desarrollo en el presupuesto, para que puedan lograr una alimentación adicional y podamos garantizar la soberanía alimentaria".
Consideró que dada la coyuntura, el gobierno mexicano debe impulsar el seguro agropecuario y, sobre todo, blindar a los productores ante la falta de inventarios en el mundo.
El dirigente de la CNC insistió en que hay un descontento generalizado por el incremento de precios en el país, así como por la falta de reformas estructurales y, "lamentablemente, todo ello es en detrimento del pueblo mexicano".
No obstante, "estamos en buen tiempo" para tomar medidas necesarias que mejoren los salarios y se frene la escalada de precios, a fin de impulsar al sector primario, se generen más empleos y se detengan fenómenos como la migración.
SE, contra subsidios
En tanto, el secretario de Economía, Bruno Ferrari, minimizó el efecto de los incrementos de precios en alimentos y los combustibles.
Defendió las alzas en los combustibles y dijo que mantener los subsidios haría daño a la economía, porque evitan el crecimiento de las empresas.
Al término de la firma de un convenio con Siemens, señaló que pese a los aumentos mensuales programados en el costo de las gasolinas y el diesel, la inflación en la primera quincena de enero fue de las más bajas de los últimos 20 años (0.17 por ciento), por lo que no funcionaría "volver a los esquemas (de subsidios) del pasado que hicieron tanto daño a nuestra economía".
Respecto al precio de la tortilla, admitió que algunas tortillerías han aplicado un aumento, aunque es mínimo, y agregó que continuarán las visitas de verificadores de Profeco.
Por su parte, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) señaló que durante 2010 las exportaciones agroalimentarias sumaron alrededor de 17 millones de dólares.
Francisco Mayorga, titular de esa dependencia, afirmó que los recursos destinados al sector se han cuadruplicado entre 2000 y 2011, mientras que las exportaciones agroalimentarias se duplicaron en la última década.
En 2000, el Programa Especial Concurrente (PEC) tuvo recursos por 74 mil millones de pesos, mientras que para este año ascienden a 294 mil millones.
En exportaciones agroalimentarias, en 2000 se exportaron productos por un valor comercial de ocho mil millones de dólares, en tanto que a noviembre de 2010 se registran, con cifras preliminares, más de 17 mil millones de dólares. (Con información de El Financiero/APB)

La economía china marca el paso de la diplomacia en Asia

El peso diplomático y económico de China ha adquirido una dimensión especial en Asia en los últimos años. El ascenso del país más poblado del mundo ha llevado emparejado una creciente presencia en esta región marcada durante décadas por la hegemonía estadounidense y la potencia económica japonesa. Las relaciones con los vecinos son siempre importantes, especialmente si estos poseen esenciales materias primas o pueden suponer una vía de salida a otras zonas del mundo.

No siempre fue así. Entre las décadas de 1950 y 1970, China mantuvo una relación de confrontación con los países del sureste asiático. La situación comenzó a cambiar a principios de los años ochenta, con la puesta en marcha progresiva de tres iniciativas: el proceso de apertura y reforma (diciembre de 1978), la política de buena vecindad (1990) y la estrategia "ser global" (2002), destinada a impulsar las inversiones y la presencia de empresas chinas en el exterior.

Desde entonces, han aumentado de forma rápida el intercambio de visitas de funcionarios de alto nivel, el comercio y las inversiones, el turismo y las relaciones con la ASEAN (siglas en inglés de Asociación de Naciones del Sureste Asiático, 10 países entre los cuales no están China, Japón ni Corea del Sur). En paralelo, Pekín ha incrementado su presencia en Asia central, ante la falta de iniciativa de Rusia y Estados Unidos.

La inversión directa extranjera china en la ASEAN es un buen indicador. Ha crecido sustancialmente en la última década, hasta alcanzar 2.800 millones de dólares en 2009 (casi 2.100 millones de euros), según Naciones Unidas, a medida que lo ha hecho la inversión entre los propios países de la zona, en detrimento de la realizada por Estados Unidos y Japón. La creación, en enero del año pasado, del Área del Libre Comercio ASEAN-China, que agrupa a 1.900 millones de personas y un PIB de unos seis billones de dólares, reforzará aún más la integración económica regional. Gracias al acuerdo, el comercio entre China y la ASEAN aumentó un 37,5% en 2010, hasta alcanzar los 293.000 millones de dólares.

Empresas chinas de los sectores del automóvil y el textil han desplazado parte de su producción a lugares como Camboya en busca de mano de obra barata, y el Banco Industrial y Comercial de China ha comprado entidades en Indonesia y Tailandia, en parte para dar servicio a los inversores chinos en el exterior.

Pekín se ha convertido en una fuente importante de capital y tecnología para las naciones vecinas menos desarrolladas, a menudo para dar salida a sus propias mercancías y lograr acceso a materias primas. Ha construido y financiado puertos, carreteras, presas, minas y oleoductos, así como líneas ferroviarias desde el sur de China, a través de Myanmar, para llegar a Laos, Tailandia, Singapur, Bangladesh e India.

Según el Banco Mundial, las economías en desarrollo de la región Asia-Pacífico crecerán este año una media del 8%, gracias al 8,7% que prevé aumentará el PIB chino. Las cifras son inferiores al 9,3% y el 10%, respectivamente, logrados el año pasado, pero la fuerte demanda de Pekín de materias primas y otros productos seguirá animando la actividad en sus vecinos asiáticos. Estos ven el ascenso chino, por un lado, como una oportunidad, por las perspectivas comerciales. Por otro, como una amenaza, por su creciente poder militar, que Pekín dice que es "de naturaleza defensiva".

El cambio del equilibrio de poderes causa especial preocupación en Japón, que, según algunos observadores políticos, tendrá que ceder un día a China el testigo de país con más éxito en Asia. Una situación que ha llevado a Tokio a reforzar sus lazos con Washington y a mirar con más intensidad hacia otros países democráticos como India y Australia, y ha impulsado a naciones como Vietnam a incrementar las relaciones políticas y militares con Washington. Todos ellos con el mismo objetivo: compensar el ascenso chino sin por ello renunciar a los intercambios con Pekín.